Polenta y Gorgonzola

Comi este platillo por primera vez en las montañas de Suiza en una lluviosa tarde de otoño. Fui con algunos amigos al otro lado de la frontera, y en el camino de regreso encontramos un restaurante bien recomendado en Google. Seguimos la carretera estrecha hasta que encontramos el lugar, más como una casa que un restaurante. El propietario nos informó que ya que era temporada baja, solo había jamon curado y queso, como si esto fuera una mala noticia. De pasada mencionó también la polenta, y con el frío y la lluvia fue la elección perfecta.

Si nunca la has comido, te cuento que la polenta es maíz molido que se mezcla con agua y se pone a hervir,. El sabor es muy suave, por lo que el queso Gorgonzola es el compañero perfecto. El Gorgonzola es originario de la región norte de Italia, Piemonte y Lombardia. Es un queso fuerte, de vena azul, que al mezclar con polenta resulta en un platillo elevado pero al mismo tiempo reconfortante. Si no puedes encontrar el gorgonzola puedes probar otros quesos, como el azul, que son fuertes y semiduros.

Ingredientes

• 1 a 2 tazas de agua
• Sal
• 300-500 gr, or 16-24 onzas de polenta instantanea (depende de la marca que compres)
• 8 onzas de queso Gorgonzola

Preparacion

Corta el queso en cubos de aproximadamente 1/2 pulgada o 1 cm. Deja de lado, pero mantenlo frío.

Sigue las instrucciones en la caja de polenta para determinar cuánta agua necesitas. En una olla grande hierve el agua y la sal. Baje el fuego y agrega la polenta mientras mezclas con un batidor para evitar grumos.

Una vez mezclado, cambia a una cuchara de madera y continúa mezclando para que la polenta no se pegue a la sartén y se queme. La polenta estará lista cuando la cuchara se soporte sola como en la imagen.

Sirve la polenta caliente en cuencos individuales y cubre con queso Gorgonzola al gusto. Si prefieres que tus invitados se sirvan de una fuente, asegúrate que se mantenga caliente y se consuma inmediatamente, de lo contrario se agumará y se endurecerá. Deja que tus invitados elijan la cantidad de queso que prefieran, ya que la tolerancia al queso fuerte tiende a variar.

Completa con Prosecco o un vino blanco fresco. ¡Que lo disfrutes!